Imágenes con frases ambientales y ecológicas para concientizar
Pasamos de sentir pertenencia por el terruño o condado, al país, al continente y, al fin y al cabo, por el mundo ¿Y qué significa semejante identificación? Hay algo nuestro en todo porque nos hemos dado cuenta, con certeza, que el globo ya nos es demasiado pequeño. Los medios de comunicación ayudan mucho: hablamos con un amigo que se encuentra en Palestina, nos enteramos de 20 sucesos al mismo tiempo y desde distintos continentes, los viajes solo duran algunas horas (algunos menos) y así podríamos seguir. Sin embargo, eso no tiene que otorgar una cruda enseñanza: hay que cuidar este hogar porque además de austero es el único. Te presentamos, bajo esos lineamientos, imágenes con frases ambientales y ecológicas para concientizar. Como siempre, te traemos una excelente información ¡No te pierdas el posteo!
Imágenes con frases ambientalistas inspiradoras y profundas
El hombre es un ser curioso: busca vidas en otros planetas, recursos distintos y proficuos; pero se olvida de lo que todavía tiene, lo que es lo único. Lamentablemente el problema es el ser humano y la solución será él mismo. Veremos si el sistema económico financiero está dispuesto a ceder a mínimos imperativos ambientales o no.
La tierra proporciona todo lo que necesitamos. Hay un dicho o apotegma bastante útil de la antigüedad: la madre naturaleza nos ha dado todo lo que es indispensable para nosotros a la vida. Los metales preciosos, los complejos químicos que se esconden en lo profundo de la tierra poco tiene que ver con ello.
El crimen nunca es perfecto, pero es hora de que este criminal, malhechor a la enésima potencia, se de cuenta de lo que está haciendo. Basta de hipocresía, de dobleces, de rasgos taimados; es hora de actuar porque la tierra está no está muriendo, la están matando.
Ella nos da todo. Vivimos y sobrevivimos gracias a ella ¿Necesitamos algo más? Simplemente cuidarla, pero se nota que al hombre, desgraciadamente, le queda todo pequeño, incluso su único hogar.
Cuida el medio ambiente y no hagas hincapié en ninguna clase de mala fe. Cada pequeño aporte en esta lucha es inmenso. Nunca ser cómplice de asesinos. Preferible, antes que eso, la resistencia.
Hay miles de imperativos que pueden guiarte en una mejor utilización de los recursos, hay miles de acciones que puedes realizar para complacer a nuestra tierra. Es una cuestión cultural, sin lugar a dudas, muy arraigada y con la que debes bregar, querido lector.
Utilizar lo necesario ¿El resto? Superfluidades que bien podemos obliterar. La problemática radica en que mucho de nuestra existencia se sostiene en lo superfluo y que eso es sumamente peligroso para el mundo. Debemos aprender desde pequeños que al mundo se lo cuida como lo más propio que tenemos.
¿Salvajes los que viven en la naturaleza? ¿Se ha echado un vistazo a esas culturas? No, realmente son sumamente sofisticadas y eximios modelos para cuidar el mundo. Hay una conciencia absoluta de que partimos de aquel, de que nada nos separa y de que todo lo que se nos da lo tendremos que devolver.
«Apaga la luz», y podríamos añadir un recicla, un tira la basura de modo correcto, cuida el agua, no ayudes en la dimanación de gases nocivos y mucho más. Es cuestión de pensar, alguna vez, lo mucho que muere con tal de que nosotros estemos vivos. Es algo muy injusto el resultado, naturalmente.
Reificar es darle vida a algo y olvidarnos que le damos vida ¿La religión? Puede ser ¿Pero qué pasa con lo que se le hace a este mundo? Acaso no hay una fetichización de todo lo que nos rodea, olvidando que el proceso es la madre naturaleza destruida, arruinada, incapaz de albergar más vida.
Respeto no es un mero dejar hacer, un cruzarse de brazo bajo la seguridad de que uno no es tan malo o nocivo para el mundo. No: la verdad que hay que ser activos, hay que luchar por un planeta más cuidado.
Si es una cuestión cultural, posiblemente la enseñanza sea el mejor modo para incorporar mandatos básicos. Nos llenamos la boca con la necesidad de ser humanos con el prójimo. Bueno: ahora hay que hacer lo mismo, pero con el planeta nuestro.
En el ser humano da la sensación que las prioridades son absolutamente estrambóticas, fuera de lugar, poco sustantivas de cara a lo que uno se juega. Si seguimos maltratando a nuestro planeta todas las distopías al respecto de novelas, cuentos y largometrajes van a ser un simple remedo de la realidad.
Ella nos protege y nos da todo lo que necesitamos. Hay que ser más austeros, vivir con menos, agradecer lo otorgado y estar dispuesto a vivir de un modo acorde. Como se ve, es toda una filosofía de la vida.
Reciclar siempre será una enorme salida. Que ese material no está perdido, que la cuestión no es tan ramplona desechando lo que aparentemente no sirve. No: hay modos de cuidar, de asegurar por medio de nuevos ciclos flamantes usos. Aprendamos a reciclar.
El ambiente nos necesita. Si somos los máximos protagonistas también se deberá esperar de nosotros máximas soluciones.
Estamos con ella porque es todo. Nuestra casa, nuestra compañera, la madre auténtica, el fundamento de cualquier deidad. La sabiduría de otras civilizaciones lo indican ¿Por qué la Grecia Clásica no llevó un capitalismo si sus condiciones materiales eran similares? Una duda histórica para muchos estudiosos, cuya respuesta es siempre el hombre. La usara, la crematística, la noción de naturaleza eran diferentes o estaban muy lejos de ser lo que son hoy.
Podemos volver a sentir esa comunicación con la madre tierra, perdida ante la enorme cantidad de hormigón, concreto y cemento.
Seamos responsables y maduros.
En un mundo lleno de particularismos y separatismos tontos, artificiales, encontramos algo en común enorme: nuestra madre. Es hora de tomar las cuestiones por lo que son, sin exagerar gravedades; pero comprendiendo que el entuerto tiene una dificultad absoluta. Debe parecer una falta de respeto al ser humano que los gobiernos dejen de lado cualquier programa ambiental, como hacen y han hecho.
Cada acto, por pequeño que sea, sirve ¿Qué es la mala fe en estas cuestiones? Rechazar responsabilidades, con una forma típica odiosa: no lo hago porque el resto no lo hace o cuestiones similares. Siempre, para que un accionar tenga un máximo de ética, hay que pensar que lo que hacemos no solo sustancial, sino que todo depende de cómo lo hagamos. No un acto más dentro de millones, sino el más sustantivo aunque no sea cierto.
Cuidemos nuestra casa, tan pequeña, productiva; pero escueta, austera. Cuidemos, es una orden que debemos seguir. Decimos que es una cuestión cultural, utilizando ese vocablo a diestra y siniestra sin ninguna razón. Perfecto, lo es, ¿pero por qué? ¿Qué implica semejante declaración?
Este posteo guarda la idea de que pensemos constantemente en las consecuencias. Nunca como en otro caso sirve ser algo pesimistas si el corolario va a ser un accionar expedito, justo y certero. No temamos por la imaginación, pero sí por lo que hacemos día a día, en la calle, en nuestro modo de andar en este mundo.
¿Qué le dejaremos a nuestros nietos? ¿Un mundo tenebroso, sin recursos, exánime ante semejantes empresas idiotas? Responsabilidad no solo con el presente, sino con el futuro.