Imágenes con frases para enamorar a una mujer dificil
Tenemos que decir dos cosas sobre el amor: es ineludible y, muchas veces, implica un enorme desafío ¿Acaso no acaece lo dicho cuando dejamos de lado el orgullo para acercanos al otro? ¿En el momento que modificamos rutinas para negociar una futura relación ¿El hecho de arriesgarse sin conocer de antemano ningún corolario? ¿Las esperanzas que pueden quedar en los trastos del olvido de un día al otro? ¿El acto de siempre cavilar sobre el otro y su libertad que se nos escapa? Sí, sin lugar a dudas es un gran desafío y más si la mujer (para el tópico del posteo) es sumamente compleja. Por eso te presentamos imágenes con frases para enamorar a una mujer difícil.
Frases de amor para conquistar una mujer difícil
El amor es siempre un desafío o sabemos que cuando tiene esa naturaleza algo distinto, especial pasa ¿Por qué? Muy simple: lo especial puede ser la victoria en la conquista o el amargo (al principio) conocimiento de nuestros límites por lo menos con esa persona. Es decir, no es una empresa para pusilánimes.
Todo es mejor antes que la imaginación viendo y reviendo lo que podría haber sido, imaginando posibilidades, formas, maneras, entuertos y desenlaces. Y eso debido a que la imaginación no tiene límites francos, da pábulo a cualquier cosa y siempre deja abierto todo, por más que la realidad, que es la que importa, haya cerrado sus puertas. Por eso, mil veces un no, ante un tal vez siempre potencial.
Conquistar es ser atrevido, travieso, pero serio. Es que debemos tener esa hermosa muñeca, en tanto hombres, para desplegar lo gris por lo importante de la empresa, pero la alegría de saber que estamos en camino de algo maravilloso ¿Es anticipar un resultado? La confianza en estas cuestiones no es una mala aliada; nos puede dar mucho.
Cuando se quiere, se quiere y no hay muchas vueltas. El amor o, mejor dicho, la conquista no conviene a los revoltosos de espíritu, a los indecisos de siempre, porque semejantes volveteretas es pérdida sencilla de tiempo. No: mejor actuar, porque en la actuación está el diáfano ejemplo del interés. Siempre es bueno desarrollar empatía en tales cuestiones.
¿Por qué la empatía? Porque es bueno ponerse en los zapatos del otro para predecir movimientos y entender, a posteriori, otros ¿No nos mostró interés? ¿Estamos seguros que dimos todo en la aventura amorosa? ¿Que las pretensiones fueron realmente claras? No hay que dar cabida a una insistencia molestia, pero es bueno cavilar sobre estas cuestiones.
Me enamoré de ti, mi corazón te eligió a ti, aunque tal vez esta frase sea demasiado despersonalizada ¿El corazón no es nuestro intelecto y pasión, en rigor de verdad? Esta metáfora termina apelando a un órgano que sospechosamente no siente como pensamos, por eso hagámonos cargo de lo que nos pasa, de lo que percibimos en nuestro interior.
Esa persona que tanto queremos le da un salto de calidad a nuestra vida, de ahí que sirva el riesgo, de ahí que saltar a la pileta con poca agua o nula no sea un inconveniente ¿Tememos mancillar nuestro orgullo? ¿Que el resto piense mal por un virtual fracaso? Poco importa, naderías ante semejante regalo del destino si ella se pone a tu lado. La ecuación es clara, aunque no es cuestión de matemáticas.
La indecisión es propia del amor, porque a veces no nos damos cuenta que gastamos miles de historias de amor, que acabamos nuestra energia al cavilar en desenlaces que solo acaecen, por el momento, en nuestra imaginación. Sí, nos agotamos sin darnos cuenta, nos hatiamos a niveles impresionantes, lo cual no es para nada conveniente. Vivamos la realidad, y que la fantasía sea un fundamento o motivo de la primera.
Es lo que sentimos cuando el amor se topa con nosotros o nosotros con él: una ruptura, un punto bisagra, un antes y después tan abrupto que todo lo pasado languidece ante las promesas del presente. Eres todo, eres la princesa de mis sueños y no te puedo dejar escapar.
Dejemos de lado los miedos, ya que estos nunca fueron buenos consejeros en las grandes empresas del hombre en tanto individuo y la humanidad en cuanto colectivo. Sé como un Alejandro Magno conquistador: mucho arrojo, demasiada pasión y luego, en todo caso, una reflexión más fría.
El amor es algo importante si se lo toma en serio: es un otorgar al otro el tiempo, ergo, le damos un buen retazo de nuestra vida, nuestros sueños y esperanzas. Nunca se debe tomar semejante regalo como nadería; es una empresa que también implica responsabilidad.
Y las noches se verás acortadas, la oscuridad no será sempiterna, porque tú estarás allí para consolar, dar cariño, proteger y sentiré tu respiración como la melodía más hermosa que jamás escucharé.
Cuidemos el amor, cuidemos de nuestro propio tiempo y trabajo. A veces no nos respetamos ni siquiera en lo que redunda en nuestro beneficio. La conquista siempre continúa; no es algo que se acabe con el primer beso o ese te quiero germinal que tal vez salga con temblor y pasión.
La conquista continúa, es algo importante que deben saber todos los aventureros que se arrojan al amor. Porque la cuestión no acaba con esos primeros pasos; las relaciones tienen sus tonalidades grises, las mesetas prolongadas y hay que seguir adelante porque el cariño siempre tendrá que estar presente. De lo contrario, habría que plantearse muchas preguntas.
Los besos son la síntesis absolutas del amor, de la pasión, de esa necesidad que es energía acumulada y estalla, sin reserva alguna, en ese humilde garabato, en esa mueca humana que tanto se repite en todas partes para decir lo mismo.
Tú eres lo más bello que verán mis ojos. Esa será mi certeza primigenia y también la final ¿En el medio? En el medio el proceso, la relación, la sustancia, lo más lindo del mundo. Es hora que el hombre alabe los procesos y no se encadene solo por los corolarios.
Estar enamorado es posee una idea fija, un pensamiento anquilosado, atascado, en un atolladero de otros de menos envergadura: sí, es el pensamiento de la persona querida. Una, dos, miles de veces se repite.
Desvelarse, pensar fijamente en alguien, ponerse nervioso, perderse en medio de otros menesteres, esbozar sonrisas inexplicables; sí, de todo eso se trata el amor. Las mariposas en el estómago son un epítome nada más de algo que ataca al organismo por todas partes. Y lo gozamos, obviamente.
Te invito a besos, te invito a arrumacos, te invito a abrazos. Es que mi cuerpo necesita de tu cuerpo, mi cuerpo se volvió en una prolongación del tuyo y siente que nunca ha vivido porque no te conocía.
Por lo general suele decirse que el concepto de infinito es irrelevante para el ser humano ¿Cómo ponderarlo? ¿De qué manera reflexionar sobre lo que se aparta totalmente a nosotros? Posiblemente el único atajo para hacerlo sea este tópico que nos agolpa hoy en día: el amor. Sí, el amor, en la conquista y en el resultado, es lo más próximo a lo infinito que podemos sentir.
Siempre serás una huesped recurrente, una idea fija, una aliada que invita a la somnoliencia. Eeres la causa de mi insomnio; pero todo ello implica felicidad.