Las 70 mejores frases de Películas con mensajes que nos motivan
El cine es un arte francamente hermoso: nos distendemos con él, nos abrimos a otros mundos, nos llenamos de conocimientos y se vuelve un acicate para abrevar en ciertos campos; pero, sobre todo, encontramos un sinnúmero de frases que nos motivan. Es que es indispensable esa savia hermosa para continuar con ganas, para ser expeditivos, ligeros, frescos ante problemáticas variopintas; además que con la motivación realmente tenemos ganar de vivir, de aprovechar cada oportunidad que se nos da. Somos como leones prestos ante presas que se presentan. Bajo esa coyuntura entonces y como un servicio te presentamos las 70 mejores frases de películas con mensajes que motivan. De niños, de adultos, serias, risibles, fantásticas o realistas. Poco importa por sus mensajes ¡Imperdible!
Imágenes con frases de película motivadoras
¿Es patrimonio de la seriedad aprender? ¿Se debe seguir cierto canón para sacar de determinado producto un hermoso apotegma, frase o dicho? ¿Lo pueril es sinónimo de tontera? Por supuesto que no, a todas. Por eso aquí hemos decidido emplazar una hermosa miscelánea de frases de largometrajes variados, llenas de motivación.
A veces no es tanto lo que es, sino cómo miramos eso. La felicidad se puede hallar en los rincones más ocuros, en los parajes más lóbregos porque las almas radiantes son buenas en ello.
Sacar conclusiones, ideas a partir de frases de películas debería ser una obligación. O por lo menos estar atentos a ellas, porque siempre exudan bellas sabidurías para tener en cuenta.
La vida puede ser dura en cualquier momento, no importando la edad de nadie.
Cada filosofía filmica te dará ideas que puedes desechar, seleccionar y escoger para iluminar tu camino. Tal vez vivir se trate un poco de eso: tomar de enormes cúmulos de experiencia lo que se adapte a nosotros y nos sirva o alegre.
Bruce Lee no solo fue objeto fílmico, sino todo un filósofo literal (estudió la carrera) y aplicó esa sapiencia en cada rincón de su existencia para distintos motivos, entre ellos sus enormes entrenamientos.
La vida es decisión y eso es hermosamente trágico, ya que los malos a veces son buenos y a la inversa. Solo tú decides y al decidir te eliges constantemente. Refrendas, entonces, o te modificas.
Somos temporalidad y medimos todo de esa manera. Claramente nuestro recurso más óptimo es ese, pero a veces lo queremos matar ¿Se vio algo más estúpido en un ser que depende de esa savia existencial? Seguramente no.
Nunca te olvides de dónde vienes, a quiénes dejarte ir, porque tú eres una sumatoria de decisiones que dimanaron de ciertos sitios. No soslayes a los tuyos; están incriptos históricamente en tu sangre, fibra y carne.
Mirar o actuar, posiblemente esa sea las dos grandes clasificaciones de los seres humanos en esta vida. Los primeros viven existencias ajenas; los segundos la propia. Los primeros admiran secretamente o de forma abierta a los segundos; los segundos, cuando tienen algo de tiempo, sienten pena por los primeros.
El amor es decisión plena de desafíos a veces ¿Un cuento sin final feliz asegurado? Bueno, eso debe importar poco si estamos decididos, si comprendemos, aunque sea una simple intuición de agorero, que ese individuo realmente nos puede hacer feliz como nosotros a él.
Muchos piensan que el individuo es libre; a otros más le gusta cavilarlo absolutamente determinado, maniatado, como el mejor titiritero.
Sea como sea, en el amor pensemos en el otro, incluso en el modo de romper corazones o cortar vínculos. A este mundo le falta justamente eso: empatía, esa capacidad de ponernos en la piel del prójimo, concepto que solo tiene realidad con aquel sentimiento.
El tiempo es relativo: un segundo es una eternidad; una eternidad un segundo. Así de complejo es lo que pasa por el hombre, su vivencia individual en este caos que se llama vida.
Cuando se trata de felicidades propias, tan magno objetivo, solo se merece enormes egoísmos. Y eso no se entienda como maneras o formas refinadas de dañar a terceros. No, mil veces no. Simplemente como una decisión sabia que uno es primordial para su vida, el real soberano y debemos venir a esta vida por un único objetivo: ser felices.
En el amor las medidas de tiempo se pierden, porque nuestra carne siente por primera vez la eternidad del sentimiento. Tal vez nuestros pequeños cuerpos sean frágiles, endebles para tan enormes sensaciones. Eso es lo glorioso del hombre: igual lo percibe, igual actúa y deja todo por el amor.
El amor tiene caminos tan extraños, que una mera descripción puede servir como luz, por más que de cuenta de experiencias ajenas, no propias de la individualidad de quien goza ese sentimiento.
Hay que quererse mucho, ser un poco hedonistas con uno mismo ¿Sino quién lo hará? No hay nada peor humanamente, sentimental y existencialmente hablando que un individuo que se menosprecie. Las aves de rapiña están deseosas ante ese apetitoso cadaver. No, mejor vive y quiérete.
La fuerza del pensamiento es formidable, incluso cuando el cometido no llega a buen puerto o el resultado anhelado queda bien lejos. Es que hay ganas, hay fuerza y sabemos que con esos poderes realmente todo es posible. Es cuestión de intentar, no cejar, ser un poco locos y salir adelante.
La vida son oportunidades, no trenes únicos, pero sí no tantos que hay que tomar. No hay nada peor que dejar todo volando en la imaginación y haber soslayado la realidad por siempre. Hagamos, busquemos, actuemos y luego ponderemos.
Tu actitud o disposición ante cualquier cosa en la vida es vital. Ahí se divisan los seres problemáticos y sus pares maravillosos. Sí, esos que llamamos solucionadores de la existencia (suya y ajenas).
En el mundo también hay celos, violencias, secretas o evidentes envidias. Si subes muy alto querrán bajarte; pero eso poco importa si tú tienes fuerza y sabes dónde ir. Para un huracán no hay límites ni mojones insuperables.
La naturalización de la vida es la peor alimaña que existe porque nos extirpó algo hermoso, algo que alguna vez tuvimos: la mirada auroral, la capacidad de sorprendernos ¿No existe una secreta envidia a los pequeños niños? ¿Su mirada no delata un vislumbrar que perdimos? Hermoso y dichoso es quien se levanta cada día con todas las ganas de vivir.
Si tú eres un obstáculo para ti mismo, aunque sea posible, debes esquivarte. No es fácil, quizás estemos hablando del escollo más sustantivo; pero vale la pena superarse.
Los timoratos son perfectos relatores de cuentos. Sí, te sabrán describir con lujos y detalles el porqué de la no realización de sus sueños, siempre tan prontos para las excusas. Seas como seas, no te conviertes en ellos. Sé fluido, expeditivo, luchador, brega por tus enormes anhelos.
Los pensamientos del mundo, de otros y de nosotros son los que determinan nuestra vida. El tema es que hay una elemental diferencia en esa clasificación: el mundo y el prójimo no se inmutará y seguirá adelante ante los pensamientos nuestros; en cambio, nosotros podemos gozar o sufrir mucho con éstos.
La realidad es un sueño y los sueños son realidades, aunque a veces nos desvivamos por diferenciarlos. Aquellas personas expeditias, llenas de resolución pueden decir francamente que no saben cuál es cuál, debido a que cualquier idea la materializan, para su bien, al instante.