Imágenes de los Simpson con frases inolvidables
El hombre es un ser que si no hace cosas, muchas de ellas en apariencia superflua, se hastía. Hasta podemos decir que esas grandes preguntas que emergen como fantasmas en la noche se disipan un poco ¿De dónde vengo? ¿Por qué envejecemos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cómo es la muerte? Puede sonar a preguntar vacías, pero no es realmente así: son las sustanciales, las que quedan cuando extirpamos cualquier clase de hojarasca pasajera. Así que si no queremos aburrirnos, ¿qué hacemos? Nos divertimos, tratamos de encontrar un sinnúmero de motivos para realmente pasarla bien. Hay una familia de dibujos animados que nos ha ayudado mucho en eso y son los Simpson. Te presentamos imágenes con frases inolvidables sobre esta formidable serie.
Imágenes con frases inolvidables de Los Simpsons
Hay que buscar la alegría en la vida y a veces la misma no está en rincones muy alejados. Cualquier pensador religioso, teísta, diría que Dios no colocó la bonanza a lo lejos, de manera innacesible como serían los metales preciosos; sino bien cerca, asequible para cualquier persona bien reflexiva.
¿El humor enseña? Claro que sí: hay una forma oblicua de introducir saberes que tal vez en terrenos más agríos o de maneras más agrestres no agradarían. El humor, por ese sentido, es revolucionario. Y más si le añadimos el rasgo para nada trivial de que suele romper con la censura, enmascarando críticas acerbas.
Hace 28 años exactamente Los Simpsons nos acompañan, la obra maestra medular de un tal Matt Greoning, guionista y escritor. Entre medio muchas risas, frases remanidas, promesas de alegría y buen tiempo. Porque la temporalidad no debe pasar así nomás, debemos abogar por una que sea de excesiva calidad.
Sabes que algo te gusta cuando comienzas aplicar su filosofía, apotegmas o dichos en cada instante y para cualquier tesitura. Eso pasa con Los Simpsons y uno realmente lo puede observar en el diario vivir ¿Quién no esgrimió un dicho de Bart? ¿Una sentencia de Lisa? ¿Una ocurrencia de Homero? Y eso que hablamos solo de los personajes principales, ya que también los secundarios dan una riqueza espectacular.
Suele decirse que los comienzos son mezquinos, que las grandes cosas pueden principiar a partir de lo pequeño y realmente Los Simpsons son el perfecto ejemplo. Vale decir en ese sentido que esta serie animada norteamericana se pensó al inicio solo para un par de temporadas y con una animación y dibujos bastantes paupérrimos. El éxito contundente modificó luego ese propósito primigenio.
Homero: distraído, embustero, tonto, desafiante, problemático, divertido; un poco de todo es este complejo personaje que nos ha hecho tan felices demasiados años. Es más: Homero, supuestamente, personifica una clase de ciudadano norteamericano. Aquí podemos aseverar, sin ánimos de errar, que es un perfecto estereotipo para mucha clase de personas de todo el globo.
Y la importancia, como dice Homero, es un mirar, un fijar, un demostrar interés a lo considerado sustantivo. El no entendimiento es algo perfectamente distinto; podemos comprender sin mirar, con escaso miramiento sobre la cosa que ni nos parece pertinente.
Y si relacionamos cualquier cosa del mundo, miles de situaciones con Los Simpsons, es porque ellos nos otorgan un marco perfecto de comprensión de la realidad, incluso más allá de la simple jocosidad. Hay seriedad, hay sobriedad, hay grises y matices en la serie que la convierte en un producto extremadamente complejo. No por algo filósofos y pensadores variopintos han hecho análisis de ella.
Cualquier cosa que nos haga bien, por el solo hecho de hacerlo, valga la redundancia, vale la pena. No desprestigiemos ni ninguneemos lo que realmente nos hace ver las cosas de mejor modo, nos renueva las energías y nos marca un camino, meandro perfecto, para seguir adelante. Los Simpsons, naturalmente, entran en esa categoría.
«Todo es un pecado, básicamente todo es un pecado en la Biblia». Cada quien al respecto tendrá su opinión, pero no podemos afirmar que es algo baladí, un sinsentido totalmente absurdo. Para muchas personas la hermenéutica del reverendo Alegría es una absoluta realidad. Con esto aseveramos nuevamente que Los Simpsons no es solo risas.
Lisa: inteligente, perspicaz, sumamente moral, sumamente fría, con una madurez que es justamente su gracia, en contraste con personajes como Homero o el mismísimo Bart. Sin lugar a dudas, una creación espectacular de Groening.
Aquí te dejamos frases graciosas, frases para reflexionar, frases sumamente críticas; en definitiva, todo aquello que resulta inolvidable en Los Simpsons. Seguramente la mayoría las conozcas, más si eres un verdadero fanático o seguidor. De todos modos, nunca viene mal recordarlo nuevamente.
Homero es lo perfectamente disparatado. Pero hay una cualidad formidable del absurdo: a veces, el que más nos llega, es lo descabellado que es posible. Porque realmente generamos un cierto nivel de identificación, cierto accionar arraiga con el nuestro. Asimismo, Homero tiene cuestiones absolutamente alocada y risibles también por ende.
Marge: ama de casa perfecta, estructurada, respetuosa, religiosa; excelente madre y esposa. Por momentos una soñadora que no pudo cumplir sus cometidos, alguien reducido al espacio doméstico; por otros impetuosa, poderosa, sumamente sustantiva para toda la trama de la historia.
Bart: rebelde, alocado, desordenado, mal estudiante, pícaro, desfachatado; una comicidad perfecta parte desde su figura y nosotros lo agradecemos realmente. Es importante reconocer que los personajes están perfectamente diagramados, son bien pensados y con los años han adquirido una profundidad alucinante.
¿Y por qué no crecen los personajes? Técnicamente Bart, por ejemplo, en la actualidad tendría que tener 34 años. La cuestión, entonces, es maravillarse como manteniendo indemne lo etario, de todos modos no paran de contarse historias divertidas y complejas. Naturalmente, cada fan tendrá su temporada preferida.
Detrás del humor puede haber inteligencia y hablamos de algo un tanto disruptor porque, justamente, la gracia permite desarrollar críticas sumamente duras. Los Simpsons son críticos con el sistema educativo, con la sociedad consumista, con el turismo, con el norteamericano medio, los políticos y así podríamos seguir esta enorme retahíla.
La televisión y Homero, un enorme amor que nunca se acabará. Sí, ahí también hay crítica, porque así como este media es importante en la vida y la instrucción, se ha convertido en una caja boba para muchos. La televisión vómito, concepto de un famoso filósofo.
Los Simpsons son sumamente duros por momentos con la religión. Pero no lo consideremos como un ataque sin fundamentos, sino que encuentra sus justificaciones justamente para quien las quiere oir. Luego otra cosa distinta es hacer un lado por credo, precisamente.
¿Y por qué debemos ir a la Iglesia? No lo sabemos, aunque algunos tienen sus fundamentos y se respeta. Homero es el personaje más duro posiblemente contra la religión y eso que su hija, Lisa, es supuestamente budista. Más de lo que comentábamos anteriormente.
Es bueno ser a veces distinto, romper con el gregarismo de la sociedad, como dice Homero. Y qué importa si no nos adaptamos, si justamente los que han creado diferencias en la vida son las ovejas negras, esas un poco descarriadas que no se quedan tranquilas en cualquier redil. Sí, sé revolucionario no por afición de moda, sino porque sale de tu naturaleza. Romper con algunas cosas, aunque sea aparentemente nimias.
En la actualidad Los Simpsons están más vigentes que nunca, aunque tal vez desde hace unos años con un humor más suave y pueril.